Después de recorrer y perdernos en el mercado de la ciudad, y que niños se ofrecieran a mostrarnos la salida del mercado por la módica suma de 10 euros (que claramente rechazamos), encontramos un lugar donde hacían tours. Un francés que nos dio mucha más confianza que los árabes que vimos, nos empezó a hablar de los distintos viajes y tours que se hacían por el país. El que nos llamó más la atención
Otro problema era que teníamos planeado volver a España por tierra, así que sacamos unos pasajes de tren desde Marrakech (que está casi en el centro de Marruecos) hasta Tanger (que está justo en la costa del Estrecho de Gibraltar). Además nuestros amigos italianos dijeron que no podrían juntarse con nosotros en Gibraltar porque no tienen pasaporte y no pueden salir de la unión europea. Igual tendríamos que volver por tierra porque los pasajes de avión eran demasiado caros por comprarlos sólo unos pocos días antes del viaje. Así que con los pasajes listos, después de que un taxista nos estafara por llevarnos a la estación de trenes por el precio turista y nuestro hostal reservado, volvimos a casa en taxi con nuestro amigo dueño de casa, y nos cobraron el precio normal solo porque andábamos con un árabe.
![]() |
Nuestro hogar la primera noche |
Y empezando nuestro tour al desierto. Dormimos las primeras horas de viaje por eran las 8am. En un momento paramos a tomar desayuno y nos dimos cuenta que estábamos atravesando la Cordillera del Atlas, y que en el medio de la nada vendían artesanías.
La siguiente parada fue para almorzar, en el pueblo Ouarzazate. Por supuesto nosotros llevábamos sándwich y agua, mucha agua. No podíamos pagar un almuerzo de verdad.
Mientras hacíamos tiempo, fuimos a explorar las calles pequeñas, y esto fue lo que encontramos.
Seguimos nuestro camino, y ya estaba oscureciendo cuando llegamos a la ciudad de Zagora, que era la última parada para comprar agua y comida antes de ir directo al desierto. Avanzando por la carretera unos pocos kilómetros, nos esperaba un grupo de camellos dromedarios y nuestros guías. Debo decir que andar en camello fue divertido sólo los primeros 15 minutos, después intentaba no caerme, mientras afirmaba mi mochila y trataba de no perder mi cadera. Por 2 horas no es divertido. Pero lo mejor, fue la cena que nos prepararon al llegar, comida típica árabe y fogata bajo las estrellas en medio del desierto.
![]() |
Once de campeones en el Sahara. |
Y al otro día, el desayuno árabe, donde el té se sirve con la tetera lejos de la taza para que se haga espuma, porque ése es el verdadero té (según nos dijeron). Después, de vuelta a la felicidad de andar en camello. Cuando llegamos al minibus que nos esperaba, llegaron muchos niños a pedirnos cosas, comida, dinero. Ellos vivían en el medio de la nada y probablemente eran huérfanos. La mayoría de los que íbamos viajando les dimos galletas y cosas para comer.
Pasamos de vuelta por Zagora, pero sin parar, y después volvimos a Ouarzazate para almorzar y descansar un poco. Fuimos a explorar y descubrimos que habían unas construcciones muy antiguas, pero que son famosas por aparecer en películas como Babel, La Momia, Gladiador y el Príncipe de Persia. Adentro vivía gente, pintores, artesanos y gente sin hogar. Al salir del edificio, nos dijeron que había que pagar por el recorrido, nos pareció mal por no avisarnos en la entrada, pero tuvimos que pagar igual.
Nos demoramos tanto en explorar que casi nos dejan abandonadas. Pero logramos llegar al minibus, y luego empezamos nuestro largo viaje de vuelta a Marrakech. Y nos dejaron en la puerta del hostal.
![]() |
Nuestra ruta al desierto del Sahara, a través de las montañas del Atlas. |
CONTINUARÁ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario.